La práctica de la danza a nivel profesional implica un entrenamiento de alto rendimiento, el cual requiere tanto de un gran esfuerzo físico como de una fortaleza mental y emocional que lo impulse a superar los obstáculos técnicos o físicos con los que se encuentre. Por este motivo, es de gran importancia para facilitar su ingreso, permanencia y desarrollo en la licenciatura y posteriormente en el campo profesional de la danza, que el aspirante cuente con un estado de salud físico-mental óptimo, complexión y características músculo-esqueléticas adecuadas para un buen desarrollo técnico de la danza.
– Complexión adecuada para actividad física de alto rendimiento.
– Proporciones adecuadas a las exigencias de la danza contemporánea.
– Aptitudes físicas de flexibilidad y coordinación.
– Musicalidad (coordinación auditiva-motriz).
– Óptimo estado de salud (física y mental).
– Condiciones motoras y músculo-esqueléticas idóneas para un buen desarrollo técnico de la danza.
– Realizar evaluación de habilidades
-Ficha diagnóstico
-Tres fotografías tamaño infantil
– Examen músculo-esquelético, que permite evaluar si la estructura corporal del aspirante es apta para la danza.
– Clase muestra de técnicas dancísticas observada por sinodales; se evalúa su capacidad motriz y su afinidad al área de la danza folclórica o contemporánea.
– Presentación de un ejercicio coreográfico en el que el aspirante demuestra su creatividad y expresividad.